Aquel año de 1918 Europa es un gran campo de batalla. La primera Guerra Mundial está recién finalizada. El año en Casares ha sido triste. Se han dado los primeros casos de fallecimiento por esa gran pandemia mundial,  denominada gripe española.

Después de un tiempo de elaboración, un grupo de casareños ilustrados fundan, bajo el patrocinio del más ilustre de sus hijos, don Blas Infante Pérez, y siguiendo las directrices del Congreso Andalucista de Ronda de principios de ese año, en su primera asamblea del 21 de mayo de 1918, el Centro Regionalista Andaluz de Casares. Tendrá sede en la plaza de la Constitución, número nueve, y serán sus cargos, como presidente, don Francisco Rojas Carrasco, y como secretario, don Salvador García Villanueva.

Será el fin de esta sociedad hacer de Andalucía una patria regional, la más eficiente de cuantas se debatan por el progreso de la Nación (Reglamento). El objetivo básico es constituir un gran centro cultural apartidista para liberar a los andaluces del hambre y la incultura.

Muchos de sus miembros poseen una gran experiencia asociativa. Han sido participes, con sus diferentes tendencias ideológicas, del Centro Obrero de Casares de 1910, de la Unión Obrera Republicana de Casares de 1912 y del Centro Obrero Moralizador en 1912.

A principios de los años veinte, este Centro Andaluz está en su máximo apogeo, con más de seiscientos asociados en Casares.

Reglamento Centro Regionalista Andaluz de Casares

Durante la dictadura de Primo de Rivera (1923-1930), el Centro Regionalista Andaluz de Casares sufre una gran crisis de afiliados y programa, motivado por la acción de la Unión Patriótica de Casares, que representa al poder político, económico, social y conservador de la oligarquía local, cuyo máximo exponente es el Ayuntamiento. Durante este tiempo destaca la constancia del presidente Mauricio Ortega Gavira.

La Unión Patriótica de Casares trabaja denostando, cuando no ridiculizando, ideas y proyectos del Centro Regionalista Andaluz, reduciendo o anulando la actividad laboral de sus asociados y erosionado personalmente a sus cargos. Esto trae consigo que el 26 de diciembre de 1926 se produzca la disolución de dicho Centro, alegándose una falta de asociados que hacen inviables su sostenimiento y funcionamiento.

Hasta ese momento, el Centro Regionalista Andaluz tiene su sede en calle Villa, número 46, casa amillarada bajo esta adscripción, con tres plantas y patio interior, y con un valor pecuniario de 1.750 pesetas.

Al cerrarse este Centro, se cede la casa para que continúe con su actividad escolar a don José Gavira Ruiz, Maestro Gavirita, quien ha ocupado cargos en diferentes etapas del Centro, con el fin de mantener la escuela de niños y debido a las deficiencias educativas de ese tiempo en Casares.

Centro Regionalista Andaluz de Casares

La Sociedad Centro Andaluz de Casares

El ave fénix del andalucismo histórico en Casares vuelve a renacer el cuatro de junio de 1930, durante la denominada dictablanda de Berenguer, en la denominada Sociedad Centro Andaluz de Casares, estando constituida su Junta Directiva por:

  • Presidente: don Sebastián Ortega Pérez
  • Vicepresidente: don Diego Berenguer Ríos
  • Secretario: don José Pérez Jiménez
  • Tesorero: don José Gavira Ruiz
  • Vocal 1º: don Salvador Ocaña Valadez
  • Vocal 2º: don Fernando López Marín

Esta sociedad está en activo hasta el ocho de mayo de 1932, fecha en que se disuelve para integrarse en un frente único y de todas las fuerzas progresistas de Casares: la sociedad  Defensa del Trabajo, sindicato de carácter obrerista.

Antes de su cierre, la Sociedad Centro Andaluz de Casares cede el aprovechamiento en usufructo de esta casa al Ayuntamiento de Casares bajo dos condiciones:

  • La primera, que sea utilizada para escuela de niñas. Secularmente en Casares el índice de analfabetismo es altísimo, con una tasa superior al 90% de la población femenina. Para parir y llevar una casa limpia no hace faltan letras y números, sentencia jocoso el lugareño castizo de encefalograma plano. El programa educativo del presidente de la Segunda República, don Manuel Azaña (1932), asigna a Casares dos maestros y dos maestras para la escuela pública.
  • La segunda condición que impone la Sociedad Centro Andaluz de Casares, antes de ceder su sede, consiste en que el usufructo -alquiler- por esta cesión al Ayuntamiento sea para el beneficiario don José Gavira Ruiz.
Junta Liberalista de Andalucía

Agrupación Liberalista de Casares

Unos meses después, el 11 de septiembre de 1932, se funda la Agrupación Liberalista de Casares, con sede en la plaza, número 9, siendo sus cargos los siguientes:

  • Presidente: don Francisco Rendón Ahumada
  • Secretario: don Francisco Rojas Carrasco
  • Vocal 1º: don Manuel Ahumada Fernández
  • Vocal 2º: don Salvador Ocaña Valadez
  • Vocal 3º: don José Mateos Huertas

Se nombra al paisano don Blas Infante Pérez apóstol de credo andalucista, que con gran valentía hace tiempo que lucha por la liberación de Andalucía.

A todos estos casareños búsquenlos en las fosas comunes, en los paredones de fusilamiento de cualquier cementerio, en las cárceles, en los campos de trabajo para redención de penas, en el destierro, en el exilio, en el olvido. Ellos son los propietarios de esta casa en la calle Villa, número 46, Casa en calle del último adiós a la gente querida, con destino a su último aposento en el castillo.

Estos hechos los recuerda la intrahistoria familiar de don Francisco Rendón Ahumada y sus libros del Andalucismo, con aquel ejemplar de la primera edición de El Ideal Andaluz de 1914, enterrados en la Huerta de Dios en aquella infame guerra. Hoy han germinado sus páginas en frutos de libertad. Traen a la memoria a don José Gavira Ruiz, Maestro Gavirita, paradigma del buen maestro; antiguo carabinero, republicano, andalucista, y desterrado de Casares-pueblo durante el franquismo.

Respuesta del Gobernador Civil de Málaga a reclamación de José Gavira Ruiz (4/7/1953)

Maestro Gavirita

El Maestro Gavirita comienza a reclamar sus derechos sobre la casa desde principios de los años cuarenta hasta su muerte, el 28 de junio de 1961, a la edad de setenta y seis años en el cortijo Pedro Jiménez. Su cadáver será traído en parihuela al pueblo, según el testimonio de uno de sus porteadores, don Juan Contreras, quien a sus ochenta y muchos años manifiesta con emoción los recuerdos de este gran maestro.

Con fecha 23 de octubre de 1944, el alcalde de Casares, don Ildefonso Albarrán Periañez, contesta al Gobernador Civil en relación a la reclamación presentada por don José Gavira Ruiz que dicha casa se sigue utilizando como escuela de niñas, habiéndose realizado reparaciones y dotada de mobiliario. Deja entrever que el alquiler se ha utilizado en esas mejoras.

En años sucesivos, el Maestro Gavirita persiste en su reclamación usufructuaria, llegando a la más alta instancia del estado, Francisco Franco, solicitando el abono del alquiler de dicha casa aún amillarada a favor del Centro Regionalista Andaluz. Se suceden escritos en cadena desde el Ministerio de la Gobernación al Gobernador Civil de Málaga, y de este, a su vez, al Ayuntamiento de Casares, que era la administración pública competente, deudora y usurpadora.

El alcalde de Casares en 1951, don Francisco Álvarez Vázquez, responde con un oficio concluyente, típico de este periodo histórico en el que todo lo parecido a la justicia, legalidad y veracidad histórica resulta un mero espejismo esperpéntico.

Centro Regionalista Andaluz de Casares

Tras la muerte de José Gavira Ruiz

Pasa el tiempo y llega el abandono y la ruina. Durante el año 1979, tras las primeras elecciones municipales democráticas, el Ayuntamiento realiza una amplia reforma que finaliza en el año 1981 en la que se habilita como vivienda del Secretario Municipal, don Fernando Gallego Sánchez, hasta su jubilación en el año 2007.

En los años 2012-2013 el Ayuntamiento realiza otra reforma para la construcción de dos viviendas que serán adjudicadas, según primera intención, mediante alquiler con derecho a compra.

Mientras que el alquiler a bajo coste, de forma urgente y a corto plazo, a familias necesitadas y en riesgo de exclusión es un fin loable y consecuente con los cien años de historia política, económica, social y educativa de esta casa, su posible venta por parte del Ayuntamiento de Casares no tiene justificación de ningún tipo: privatizar un bien público con este recorrido centenario será recordado por generaciones posteriores, como ha sucedido con lo ocurrido con el Monte del Duque, donde el pueblo de Casares podía utilizar libremente del vuelo, pero no era dueño del suelo.

Los hombres que construyeron la utopía casareña jamás quisieron dar en propiedad esta casa al Ayuntamiento de Casares. Realizaron un expediente de domino escrito con sangre para que fuese una casa común de memoria para todos los casareños de generaciones posteriores. Ellos nunca entenderían este desahucio a nuestra Cultura e Historia que, como en tiempos pasados, vuelve a tomar vida y conocimiento.

«…y como yo no podré entrar en Casares, si no es con los pies por delante, os dejo mi última voluntad: Que se den por enterados el Ayuntamiento en pleno y sus alcaldes respectivos del pasado, presente y futuro, concejales de todos los tiempos, escribientes y gentes de todos los pelajes, que en la calle Villa, número 46, está la Casa del Centro Regionalista Andaluz de Casares, y además no está en venta, pasando el usufructo a todo aquel que recuerde esta historia y la defienda como propia.»

Este artículo fue publicado por primera vez en la web iluana.com, hoy desaparecida, el 1 de octubre de 2013