Virgen del Rosario del Campo (Autor: Pedro Ruiz Troyano)
Fotografía: Virgen del Rosario del Campo (Autor: Pedro Ruiz Troyano)

Un año más, se aproximan las fechas de la romería de la Virgen del Rosario del Campo, que tendrán lugar en Casares del 19 al 21 de mayo próximos. Las fuentes documentales señalan la construcción de una ermita en Casares dedicada a esta advocación de la Virgen María en la primera mitad del siglo XVI, en los albores del condado de Casares bajo el señorío del duque de Arcos. Pero será a principios del siglo XIX, tras la Guerra de la Independencia, cuando el Ayuntamiento de Casares, en agradecimiento al papel desempeñado por los frailes capuchinos de Casares durante contienda y al hecho de que el pueblo no fuese tomado por los franceses, cuando se sustituirán los antiguos patrones, San Ignacio y Santa Gertrudis, por dos nuevos patrones con más arraigo entre la población: San Francisco de Asís, ideal de vida y espiritualidad de la orden capuchina que regía el convento de Casares desde 1731, y la Virgen del Rosario del Campo, por la que la población tenía un gran fervor, al ser Casares un pueblo de clara tradición agrícola. Una leyenda recogida por Ignacio Gavira Martín en 1951 aporta un componente casual que relaciona la aparición de la imagen, esta tradición agrícola casareña y la ubicación de la ermita: “unos labradores que cobraban el peaje de la barca sobre el río Guadiaro, que se apellidaban Mexia y que labraban sus tierras en el linde de Casares y Jimena, toparon con el hierro de su arado un impedimento y, alzado que fue, vinose en conocimiento que era una imagen de Nuestra Señora que allí estaba soterrada”.

El devenir del siglo XIX marcará grandes cambios en Casares a nivel político, social y económico, pero siempre con la actividad agrícola como línea directriz, hecho que dará continuidad al fervor casareño por su patrona, que llega hasta nuestros días y que este mes de mayo se celebra.