Cae la hoja del almanaque y pasa el mes de enero de 2021, una vía dolorosa en Casares.

La pandemia y sus circunstancias se han cebado, hiriendo el corazón de nuestro pueblo y de todos nosotros.

En nuestra memoria colectiva de pueblo con amplio recorrido histórico, existen elementos animados e inanimados que se convierten en símbolos de identidad propia. Con ellos proyectamos nuestro ser, lo que heredamos, mantenemos y preparamos para el futuro de la siguiente generación.

El día 26 de enero se rompió para siempre el “Chaparro de la Pabucena”, el de la curva de las Cadenitas o también conocido simplemente como “el Chaparro”.

El Chaparro (Casares)

El Chaparro de la Pabucena

En un pueblo donde pueden existir unos miles de árboles del mismo tipo, llama la atención que este árbol haya tenido personalidad y vida propia, con nombre y apellidos.

Pero por más que nos pese, este Quercus suber cumplió su ciclo biológico, aunque en este momento contribuyó a acrecentar ese dolor continuo en el que está sumergido nuestro pueblo a causa de la pandemia.

El Chaparro se localizaba en el antiguo cortinal de Gertrudis Valadez Mena, La Pabucena. Mi práctico forestal lo ha aforado en 194 años; su altura rondaba los cinco metros.

En su último descorche, año 2013, produjo dos quintales de corcho (1 quintal equivale a 46 kg). Este otoño pasado se le cogió entre cuatro y cinco arrobas de bellotas (1 arroba equivale a 11,50 kg), como siempre, de una calidad excelente.

Casares

Un testigo de los dos últimos siglos casareños

Si en su interior hubiese habido una máquina del tiempo, un cronovisor, tendríamos el mejor testigo de los últimos doscientos años de Casares.

Su visión privilegiada del Puerto de Ronda le hizo enmudecer al paso de las tropas isabelinas o carlistas, entre 1833 y 1840; con los casareños marchando a la Guerra de Cuba, entre 1895 y 1898, o a la Guerra de Marruecos,  entre 1911 y 1927.

Vio pasar la pandemia de gripe española de 1918, en la que tantos casareños nos dejaron.

La carretera de Casares, construida entre 1932 y 1934, hizo que se quedara en su arcén, protegido por amplios malecones. En ese momento se consolidó como punto de referencia y localización, aunando paisaje con paisanaje.

Fue testigo hierático también del paso de camiones portando gente hacia un trágico final. La muerte une sin distinción de colores en una guerra incivil.

Ha sido el lugar de encuentro para varias generaciones de casareños, mayores cansados, matrimonios con sus hijos de paseo y pandillas juveniles, al paso de un tráfico tan limitado que siempre ha dado tiempo a realizar afectuosos saludos.

En los años setenta, en plena efervescencia exteriorista, fue un punto de encuentro esencial de los primeros amores, besos y carantoñas. Me contaba un amigo que este era su lugar preferido, y junto con su novia, allí rendían homenaje y pleitesía a Onán cuando la oportunidad les era favorable.

El Chaparro (Casares)
Fotografía: Tronco del Chaparro cortado (Autor: A. Holgado)

Adiós al chaparro de la curva de la Cadenitas

Este 2021 no pudo aguantar el azote de un enrabietado viento de poniente cargado con el sufrimiento de tanta gente.

Sus raíces nos han unido a nuestra tierra, a nuestra patria chica, al terruño.  El tronco, con su perenne corcho, ha simbolizado nuestra fortaleza, el levantarnos y seguir adelante día a día. La copa ha representado las buenas ideas y el noble sentimiento, la utopía de todo casareño bien nacido.

Txaparro, curioso vocablo de origen vasco, ¡qué lejos has llegado, qué hondo nos has tocado! ¡Olvídate de tu última visión!, motosierra, municipales, bomberos y agentes de Medio Ambiente con sus informes de naftalina. Ellos no sufren tu perdida, no sienten el vacío que nos has dejado.

En tu lugar plantaremos un chaparro aquellos que te hemos conocido, que hablamos tu mismo lenguaje y hemos sufrido tu perdida.

Benito Trujillano Mena. Febrero de 2021

A mi amigo Adolfo Pérez Umbría, esquilador. Sin él no hubiese sido posible la confección de este artículo.

Fotografía: M.A. Cuerda
Fotografía: Paseo de Rosa Fina, Casares (Autor: M.A. Cuerda)