El Ayuntamiento de Casares ha nombrado este pasado 5 de julio de 2022, en base a su Reglamento de Honores y Distinciones y a propuesta de una solicitud promovida por el Cronista Oficial, Benito Trujillano Mena, y amparada por una serie de personas vinculadas a la investigación y la cultura, a Blas Infante Pérez de Vargas como Hijo Predilecto de Casares.
El escrito de solicitud señala la ausencia de la influencia que ejerció el nacimiento de Blas Infante en Casares, en los estudios que han abordado su obra y su figura.
El pueblo de Casares aportó, argumenta el escrito, la primera impronta en su formación y aprendizaje, marcado por la sensibilidad feminista y luchadora de las mujeres consumeras de Casares, quienes protagonizaron una huelga en la que enarbolaban trapos blancas y verdes, a modo de Arbonaida.
También marcó su sentimiento antibelicista, al ver a los soldados casareños, de extracción humilde, obligados a morir en la Guerra de Cuba.
Influyó en el desarrollo de su sensibillidad y gusto por la música, influenciado por los bailes de fandango casareño, o por músicos casareños como el guitarrista Tío Carlos Vargas, el cantaor Niño de la Rosa Fina o los cantes de trilla que sonaban en los campos.
Se educó en un ambiente con predimonio de la Naturaleza y el amor a los animales, acompañado de un zorro juguetón, que forjaron su ecologismo militante.
También su pasión por la historia y la arqueología se desarrollaron en su infancia, influidos por su tío Juan Pérez Salas y la investigación sobre el pasado ibero-romano de la ciudad de Lacipo.
Carrera política y activista
La política, la salud pública y su formación en el mundo del Derecho y la Notaría desarrollarán sus cimientos académicos en Casares y lo sacará del pueblo con 24 años, en 1909, aunque siempre manteniendo una estrecha relación con su «matria casareña».
Los méritos posteriores, su obra escrita, su activismo político y social, su detención en su casa en Coria del Río el día 2 de agosto de 1936, y su fusilamiento el 11 de agosto del mismo año, con el agravante de la condena posterior a su muerta, en 1940, “… formar parte de una candidatura de tendencia revolucionaria en las elecciones de 1931 y en los años sucesivos hasta 1936, se significó como propagandista para la constitución de un partido andalucista o regionalista andaluz…”, hablan por sí mismas.
Termina el escrito de justificación señalando que los vecinos y vecinas de Casares se sienten partícipes de sus ideas y orgullosos de que su obra sea una fuente de luz para una España plural y una humanidad fraternal, razones por la que es nombrado Hijo Predilecto del pueblo de Casares.