
Paraje del Calvario y Vía Crucis de Casares
Una antigua tradición religiosa consistía en realizar un recorrido grupal rememorando el vía crucis en recuerdo de algunos de los momentos vividos por Jesús de Nazaret en su camino desde el Pretorio hasta el Calvario, el lugar de su crucifixión. Cada uno de esos momentos de la Pasión de Cristo, catorce o a veces quince, se señalaba mediante una cruz sobre un pilar indicando la estación de penitencia donde los devotos se detenían para orar. En Casares aún quedan algunas de estas estaciones, que tenían su inicio en el convento de Capuchinos y llegaban a la cima del Cerro del Calvario, al norte del pueblo.

El cerro del Calvario
Las fuentes documentales señalan que en el cerro del Calvario de Casares pudo estar ubicada una antigua rábita, donde pudo vivir un santón en época andalusí. El Manifiesto de Casares, de 1813, señala que el cercano fuerte de Quirós fue levantado sobre la antigua ermita del Calvario durante la Guerra de la Independencia. Por otra parte, los escritos del cronista castellano Luis de Mármol y Carvajal en el siglo XVI refuerzan ese pasado religioso, pues relatan cómo en una ermita a las afueras de Casares se reunieron el duque de Arcos con poca gente, en representación de los castellanos, con dos moriscos, el Alarabique y el Atayfar de Istán, y otros habitantes de las alquerías sublevadas, para lograr un acuerdo tras la rebelión morisca de Sierra Bermeja de 1568. Ambos sitios podrían ser el mismo.
Al respecto de la rebelión de los moriscos, según describe el cronista, tras la reunión se firman acuerdos y antes de llegar la respuesta de los sublevados, el Rey ordena agruparse a la gente cercana a Ronda por si hubiese de hacer la guerra de aquella parte, en caso que los moros no quisiesen reducirse. Por su parte el duque de Arcos acuerda ocupar la fortaleza de Calalui, en Sierra Bermeja, por si hubiese de hacer guerra, antes que los enemigos se metiesen dentro.

De vuelta los moriscos a sus alquerías de origen, fueron acusados de haber sido comprados por el duque de Arcos de quien habrían recibido nueve mil ducados y . mataron a el Alarabique. El Atayfar aparece en 1571 como cristiano nuevo al servicio del duque de Arcos, quien lo necesita como guía por sus profundos conocimientos del terreno, persiguiendo a los moriscos rezagados. En 1573 vuelve a aparecer en Ronda integrado entre los monfíes que se rinden para acogerse a una amnistía regia, y en un proceso posterior que la Inquisición le hace en Córdoba por ser el capitan de los moros alzados, por celebrar bodas por el rito musulmán y por poner nombres árabes a los ya bautizados; la condena fue mínima al no encontrar el tribunal al delator para que se ratificara. Tres miembros de la familia Atayfar de Istán ya habían sido procesados en la vicaría de Marbella durante la visita que el inquisidor Martín de Coscojales realizó en 1560 al Obispado de Málaga por motivos similares, por trabajar los días de fiesta y celebrar bodas con zambras y leilas. En 1609 fueron expulsados los moriscos y judios.
Fuente: «Sierra Crestellina y el fuerte del Calvario desde el mirador de la Cruz (Casares)» (Javier Martos, 5/5/2013, iluana.com)