
Callejón del Rey y Calle Mazmorrilla (Casares)
El casco urbano de Casares, de clara estructura andalusí, se localiza sobre una ladera de fuerte pendiente: la conocida como Peña de Casares. Su caserío está adaptado a las curvas de nivel, con intención de suavizar o anular las pendientes, cruzándose con otras que salvan grandes desniveles mediante acusadas rampas e incluso escaleras. Además, dispone de una plaza abierta y de otros elementos típicos de este peculiar viario, herederos de su pasado andalusí: los adarves, las algorfas o los callejones estrechos.
El callejón del Rey y la calle de la Mazmorilla, además de aparecer con este nombre en el callejero del siglo XIX, son dos de las calles del casco urbano de Casares que mantienen en su nomenclatura atisbos de lo que pudo ser su historia. La calle la Mazmorrilla debe su nombre a la existencia al final de la misma de una pequeña dependencia que funcionó como mazmorra. Es una calle estrecha y peatonal que queda por encima de la calle de Los Molinos y se comunica con esta por el callejón de los Canchillos; también se comunica con la calle de la Villa por el estrecho y empinado callejón del Rey, que tiene escalera para adaptarse a la pendiente.

Fotografías: Izquierda, escudo de Muhammed V en la Alhambra (una adaptación del escudo de la Orden de la Banda). Derecha, estatua de Pedro I de Castilla en el M.A.N (Autor: Luis García)
El pacto de Casares. Año 1361
Si bien existen leyendas más o menos exóticas que intentan explicar la etimología del callejón del Rey, no hay constatación documental de que sean reales. Lo que sí es cierto, al respecto del pasado andalusí de Casares, es que es a finales del siglo XIII cuando, bajo el protectorado meriní con capital en Algeciras, Casares adquiere un papel singular entre las fortalezas existentes en la Costa del Sol occidental. Se desconocen los detalles de su devenir histórico, si bien consta que en 1361 se produce el conocido como pacto de Casares, en la población o junto a ella, mediante el cual el rey Pedro I de Castilla sella una alianza con el derrocado emir Mohamed V de Granada, con el fin de ayudarle a recuperar el trono de su reino, que había perdido a perdido a manos de su hermano Ismaíl II.
Mohamed V recuperó el trono en 1362 y puso en marcha una política exterior hábil, basada en mantener buenas relaciones tanto con los reinos cristianos de la península como con los benimerines. Aunque realizó grandes construcciones defensivas, su política interior se caracterizó por la construcción de grandes obras civiles, especialmente en la Alhambra, donde construyó el palacio y el patio de los Leones. Después de firmar el pacto de Casares gobernó el reino nazarí de Granada hasta su muerte, en 1391.
Si son cualesquiera de estos dos reyes el rey al que hace referencia el nombre del callejón homónimo es algo que a día de hoy no se sabe, aunque lo que sí queda evidenciado es la belleza de este callejón y la realidad histórica que constata que Pedro I y Mohamed V estuvieron en Casares firmando un decisivo pacto, durante el periodo nazarí de al-Ándalus.